Los cambios en el estilo de vida y el retraso de la maternidad hacen que cada vez más parejas utilicen gametos de un/una donante para cumplir su sueño de ser padres.

La ovodonación, la donación de esperma o la adopción de embriones son técnicas de reproducción asistida totalmente seguras desde el punto de vista legal, clínico y médico, y permiten a miles de mujeres con problemas de fertilidad ser mamás de hijos sanos.

Sin embargo, cuando llega el momento en el que una mujer o pareja se plantean la donación de gametos (esperma, óvulos o embriones) como la oportunidad para concebir, pueden surgir muchas dudas y preguntas relacionadas con la vinculación genética que tendrán con sus hijos.

De hecho, la idea de que un hijo no cuente con nuestro material genético puede generar tristeza, miedo, dolor e incertidumbre al pensar que no se parecerá físicamente a nosotros o si queremos hacerle partícipe de ello en el futuro cómo hacerlo y sus posibles repercusiones.

Esta sensación o reacción emocional es totalmente normal, y es lo que se conoce como «duelo genético».

Duelo genético y ovodonación

La ovodonación es una técnica de reproducción asistida en la que la fecundación in vitro es realizada utilizando óvulos de una donante.

Una vez fecundados, los embriones resultantes se transfieren al útero de la futura mamá para que implanten y se produzca el embarazo.

Uno de los aspectos que más preocupa a las mujeres que optan por la ovodonación es el parecido físico que tendrán con su hijo, así como las implicaciones que puede suponer su origen biológico para el futuro bebé.

La mayoría de estas dudas desaparecen con el tiempo. Al fin y al cabo, la carga genética pierde importancia cuando los progenitores entienden que ser madre o padre es un proceso que se construye cada día, y que va más allá de las vinculaciones biológicas.

En todo caso, el duelo genético en los procesos de ovodonación no es un hecho aislado. De hecho, muchas veces a esta reacción se suma al desgaste psicológico de aquellas parejas (alrededor de un 80%) que ya se han sometido a otros tratamientos de reproducción asistida con resultados negativos.

¿Cómo se puede tratar el duelo genético de la ovodonación?

Como ocurre con cualquier otra pérdida emocional, superar el duelo genético de una ovodonación puede llevarnos cierto tiempo y siempre conviene asesorarse por profesionales.

En Equipo Juana Crespo ofrecemos apoyo psicológico especializado a todas nuestras pacientes.

Muchas veces, el simple hecho de exponer abiertamente tus dudas y temores con especialistas, mantener una buena comunicación con tu pareja o centrarte en las razones por las que has tomado la decisión de ser madre pueden ser clave para aceptar este tipo de sentimientos, tratarlos e ilusionarte de nuevo con una futura maternidad.

Por otra parte, los tratamientos de ovodonación son procesos absolutamente personalizados, y nuestro objetivo siempre es encontrar a la donante óptima para cada paciente.

 

duelo-genético

El proceso de asignación de las donantes en clínicas como la nuestra es muy estricto y complejo, atiende principalmente a criterios médicos, psicológicos, genéticos y teniendo en cuenta los siguientes aspectos

  • La pareja, se realiza un análisis genético y el posterior estudio de compatibilidad con la donante.
  • El fenotipo de la futura mamá (raza, color de piel, ojos, color y textura del pelo, complexión, grupo y Rh sanguíneo).

Por último, no conviene olvidar que, más allá de los aspectos biológicos, la educación es clave en el desarrollo de una persona y que tiene más peso que los genes a la hora de forjar la personalidad y el carácter de un hijo.

Epigenética: ¿Cómo es la relación entre la madre y el embrión en los procesos de ovodonación?

Una de las mejores formas de superar el duelo genético de una ovodonación es entender cuál es la vinculación entre madre y embrión en este tipo de proceso.

En los últimos años, se habla mucho de la «epigenética», un concepto que, entre otras cuestiones, hace referencia a la comunicación entre el embrión y la madre antes de la implantación del primero. Una relación que, por otra parte, existe tanto en las gestaciones con gametos propios como en las gestaciones con óvulos donados.

De manera muy genérica, la epigenética es el estudio de modificaciones en la expresión de genes que no obedecen a una alteración del ADN y que son heredables. Y es que, aunque la secuencia genética como tal no se puede alterar, durante el embarazo la madre modula la expresión de los genes.

La regulación epigenética es fundamental durante todo el ciclo vital, pero es especialmente importante en el desarrollo embrionario, donde ocurren procesos muy importantes como la especialización y la diferenciación celular.

¿Por qué se produce esta modificación? ¿Qué papel juega la mujer receptora?

Durante el periodo preimplantacional, la madre segrega al líquido endometrial diferentes lípidos y proteínas necesarios para la correcta nutrición del embrión, además de pequeñas moléculas de ácido ribonucleico (ARN). El embrión adquiere estas moléculas, que se unen a cada una de las partes de su ácido ribonucleico (ARN) mensajero, lo que produce un cambio en su transcripción genética.

A partir de entonces, podemos diferenciar entre genoma y epigenoma: el primero incluye la secuencia completa del ADN del embrión, y el segundo se refiere al conjunto de elementos que regularán la expresión de sus genes, aunque sin alterar la secuencia de ADN.

Esto quiere decir que la vinculación de la madre con su hijo tras una ovodonación no es únicamente emocional. De alguna forma, la unión también es celular, ya que el bebé portará dentro de su código genético expresiones genéticas inducidas por la madre.

Mucho más allá de ADN

Desde el punto de vista biológico, las mujeres receptoras de óvulos o embriones son responsables de algo más que de la gestación y el nacimiento: su útero es el primer entorno para el bebé, y su estilo de vida antes y durante la gestación tiene un impacto importante en la salud futura de su hijo.

De hecho, en última instancia, lo que convertirá a su bebé en un ser humano único es la combinación de aspectos genéticos, epigenéticos y educacionales.

Por eso, las mujeres que han logrado el embarazo gracias a la ovodonación tienen un papel clave en el desarrollo genético de su futuro hijo, ya que, si este se hubiera desarrollado en otro útero, sería completamente diferente.

Los tratamientos de ovodonación en Equipo Juana Crespo están realizados a medida de cada una de nuestras pacientes y no solo en lo que a la selección de donante se refiere. También se personaliza cada una de las fases del proceso: desde la primera visita, con un diagnóstico completamente personalizado; hasta el alta gestacional o el seguimiento de todo el embarazo a través de nuestra Unidad de Obstetricia.

¿Tienes dudas sobre los tratamientos de ovodonación? Contacta con nosotros y reserva ya tu primera visita. Resolveremos tus dudas y responderemos a todas aquellas cuestiones que te preocupan, incluyendo el duelo genético en la ovodonación.