El factor masculino está directamente implicado en el 47% de los casos de esterilidad y en el 30% de los de infertilidad en parejas.

Algunos de los problemas de infertilidad en el varón se deben a alteraciones en el ámbito testicular, obstrucción de los conductos seminales, patologías en la próstata, alteraciones en la eyaculación o en la erección y/o alteraciones en el semen. Además, algunos datos confirman que un semen de baja calidad puede provocar abortos espontáneos, generalmente, debido a daños en los cromosomas. 

Así lo demuestra un estudio realizado por científicos del Imperial College de Londres (Reino Unido) publicado en la revista “Clinical Chemistry”, donde se comprobó que los espermatozoides de hombres con parejas que habían sufrido abortos espontáneos de repetición antes de la semana 20 tenían el doble de daño en su ADN, además de mayores alteraciones en su movilidad y morfología.

Pero, ¿cuáles son las causas de la mala calidad espermática? ¿Existe alguna opción para mejorarla? ¿Por qué la genética reproductiva puede reducir el riesgo de aborto y elevar las tasas de gestación de niños sanos?

 

¿Por qué una mala calidad del esperma puede causar un aborto?

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre el 30% y el 50% de los hombres en edad fértil tiene semen de baja calidad. 

La mala calidad del semen no tiene que ver únicamente con un bajo número de espermatozoides por eyaculación: también se relaciona con una escasa movilidad o una morfología irregular en ellos.

No podemos olvidar que el semen aporta la mitad de la carga genética y que condiciona tanto la fecundación como el desarrollo del embrión, impidiendo que este llegue a la fase de blastocisto y provocando abortos a las pocas semanas de gestación.

Además, si la meiosis celular no ocurre normalmente debido a alteraciones o daños cromosómicos en los espermatozoides, existen más posibilidades de nacimiento de bebés con un cromosoma adicional (trisomía), un cromosoma menos (monosomía) o problemas de salud.

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Causas de la mala calidad espermática

En el año 2045, la mayoría de las parejas necesitarán reproducción asistida por problemas de fertilidad masculinos, femeninos o mixtos. En el caso de los varones, ciertas rutinas y estilos de vida pueden provocar que, gradualmente, la calidad espermática de la población sea menor.

Como prueba, un estudio realizado recientemente y que revela que la calidad del esperma de los hombres en Norteamérica, Europa y Australia se ha reducido a la mitad en los últimos años: hace cincuenta años, en 1973, lo normal era tener de media 101 millones de espermatozoides por mililitro de semen; en 2011, la cifra cayó a 47 millones; en la actualidad, roza los 15.

Según nuestros expertos, la cantidad que se considera óptima para la función reproductiva no debe bajar de 20 millones por mililitro de semen.

La reducción de la calidad del semen puede relacionarse con:

  • Consumo de drogas, alcohol y tabaco: La calidad del esperma en fumadores es aproximadamente un 13% más baja que en no fumadores.
  • Sedentarismo: Un estilo de vida sedentario empeora la concentración, motilidad y morfología de los espermatozoides.
  • Estrés: El estrés aumenta los radicales libres y disminuye la capacidad antioxidante del organismo, afectando directamente a la producción celular.
  • Edad: La calidad del esperma y con ello la fertilidad del varón disminuye con los años, aunque de forma menos evidente o significativa que en el caso de las mujeres.
  • Medicamentos: Tomar algunos medicamentos afecta a la producción de espermatozoides. Y aunque los efectos suelen desaparecer al dejar de tomarlos, en otras ocasiones pueden ser permanentes.
  • Exposición a químicos y tóxicos, como pesticidas, plásticos o metales. Los disruptores endocrinos ftalatos y el bisfenol A, presentes en plásticos y microplásticos, pueden  alterar el equilibrio hormonal y el funcionamiento reproductivo porque provocan una disminución de testosterona y una mala calidad del esperma.

Según datos de nuestra clínica, ambos componentes afectan tanto a la vitalidad como a la concentración y el recuento total de espermatozoides, además de producir daños en su material genético e importunar abortos espontáneos. 

 

¿Se puede mejorar la calidad del esperma para prevenir un aborto?

Una buena calidad del esperma condiciona el éxito de los tratamientos de reproducción asistida y reduce el riesgo de aborto por daños en el ADN o alteraciones cromosómicas.

Algunos consejos para mantener y mejorar la calidad del esperma son:

  • Mantenerse en un peso saludable. Cuando existe sobrepeso u obesidad, es más probable que haya alteraciones en el número de espermatozoides (oligozoospermia o azoospermia).
  • Llevar una dieta equilibrada.
  • Prevenir enfermedades de transmisión sexual (ETS).
  • Controlar el estrés.
  • Hacer ejercicio regularmente y mantenerse activo.
  • No fumar y/o limitar el consumo de alcohol.
  • Mantener la temperatura escrotal (para que la espermatogénesis se realice de manera óptima, la temperatura testicular debe ser 2-4 grados menor que la del resto del cuerpo, por eso conviene evitar la ropa ajustada, pasar largos periodos de tiempo conduciendo o apoyar el ordenador portátil sobre las piernas).

 

Genética reproductiva: Para qué sirve

El 50% de los abortos espontáneos se deben a alteraciones cromosómicas en el embrión. 

En Equipo Juana Crespo contamos con una Unidad de genética reproductiva donde planteamos estrategias personalizadas para nuestros pacientes, dependiendo de su caso personal, su historia familiar y sus antecedentes de pérdida gestacional.

Una de las pruebas que recomendamos a varones con baja calidad espermática es el PGT o Test genético preimplantacional (TGP), un estudio realizado en los embriones generados mediante técnicas de Fecundación in Vitro.

Este test sirve para saber si los embriones tienen alguna alteración cromosómica. De esta manera, evitamos transferir aquellos que pudieran causar enfermedades graves o que pudieran comprometer un embarazo sano.

 

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