La microbiota vaginal, también conocida como flora vaginal, tiene un papel fundamental en la salud sexual y reproductiva de la mujer, y actúa como barrera para prevenir infecciones en tracto genital.

Pero, ¿cuál es la relación entre microbiota y fertilidad? ¡Te lo contamos a continuación!

Microbiota y Fertilidad

Las tasas de éxito de los tratamientos de Reproducción Asistida cada vez son más altas, pero, por desgracia, no son del 100%. Esto hace que de forma muy positiva se abran nuevas vías de investigación con el fin de mejorar ese resultado.

En la actualidad la microbiota es un tema muy de moda al igual que hace años lo fue la inmunología. Sin embargo, son estudios que, a día de hoy, no tiene una evidencia científica definida y, por lo tanto, no se plantea como una prueba básica de fertilidad antes de comenzar un tratamiento, sino como una vía a explorar en aquellas pacientes que previamente han tenido un aborto tras un tratamiento de RA y siempre con el objetivo de mejorar la probabilidad de embarazo.

Qué es la microbiota y cómo influye en la fertilidad

La palabra microbiota hace referencia al conjunto de microbios que se encuentran en nuestro organismo.

Las personas somos seres holobiontes.

Esto quiere decir que estamos formados por conjuntos de microorganismos dentro de nuestro cuerpo que forman una «unidad ecológica»: todos tenemos una microflora particular en cada zona de nuestro cuerpo, influenciada por nuestra alimentación, nuestra edad, nuestras hormonas, la ingesta de medicamentos, etc.

La relación de colaboración entre estos microbios y las células humanas se puede considerar el «segundo genoma humano», pues estos organismos tienen funciones específicas y su presencia en un nivel equilibrado es clave para nuestra salud.

Es aquí donde aparece otro concepto muy importante: el microbioma.

El microbioma es el conjunto de microorganismos que habitan nuestro cuerpo y sus genomas (es decir, la microbiota y su material genético).

Microbiota en reproducción

¿Es la alteración de la microbiota una causa o una consecuencia del aborto?

¿Cuál es el papel de la microbiota en el proceso reproductivo?

El Dr. De Prados nos explica que en muchas ocasiones esta alteración de la microbiota hace referencia a que existe una patología previa que está produciendo una inflamación y consecuentemente permite que crezcan bacterias patógenas susceptibles de afectar a los resultados en los tratamientos de reproducción asistida.

Por ejemplo, en casos de endometriosis, una enfermedad inflamatoria que sufren alrededor de un 15% de las mujeres en edad fértil, las pacientes suelen tener la microbiota alterada a nivel endometrial, vaginal e intestinal.

Lo mismo ocurre con el hidrosalpinx (acumulación de líquido en las trompas), donde el crecimiento descontrolado de bacterias patógenas genera una disbiosis y, por tanto, un posible impacto negativo en el proceso de implantación embrionaria y en la evolución del embarazo.

Otros elementos que provocan inflamación y afectan a la microbiota de la mujer son los miomas, los pólipos, la adenomiosis o incluso la celiaquía.

También sabemos que algunas enfermedades de transmisión sexual, como la clamidia, son la causa de la esterilidad por factor tubárico de muchas mujeres, y que algunas bacterias pueden afectar negativamente al desarrollo folicular e inhibir la respuesta a las hormonas sexuales.

Indicios de posibles alteraciones en la microbiota

La microbiota vaginal está compuesta, principalmente, por bacterias del género Lactobacillus (las mujeres sanas en edad reproductiva suelen mostrar especies como Lactobacillus crispatus, L. iners, L. jensenii o L. gasseri).

Estas bacterias son las encargadas de mantener la acidez del pH vaginal, creando un entorno equilibrado en el que no pueden desarrollarse microorganismos patógenos.

Si la presencia de Lactobacillus disminuye y el pH deja de ser ácido, aumenta el riesgo de sufrir infecciones y el embarazo se pone en riesgo.

En todo caso, el volumen de estos microorganismos puede variar de unas mujeres a otras según su etnia, higiene o actividad sexual. El uso de anticonceptivos, los niveles hormonales o los antibióticos también modifican la microbiota y pueden alterar su equilibrio.

Respecto a los signos de alerta, muchas de las alteraciones en la microbiota son asintomáticas.

En otros casos, pueden manifestarse con síntomas como:

  • Flujo vaginal anormal, abundante, demasiado denso u oscuro.
  • Sangrados irregulares.
  • Prurito.
  • Dolor leve.

¿Cómo afecta la microbiota al embarazo?

El microbioma del endometrio influye en la implantación del embrión.

Y no solo eso: se relaciona con abortos o partos prematuros.

Además, si en el microbioma endometrial las bacterias Lactobacillus no son predominantes (si hay más del 10% de otro tipo de bacterias), las probabilidades de implantación, embarazo y nacimiento tras un tratamiento FIV son más bajas.

¿En qué pacientes estudiar la microbiota?

Hace aproximadamente cinco años las líneas de investigación se centraron en la inmunología y, en la actualidad se ha evolucionado hacía el estudio de la microbiota y del microbioma. Sin embargo, estas líneas de investigación nos hacen situarnos en estudios que a día de hoy no tienen una evidencia demostrada en cualquier tipo de paciente, es por eso que, el estudio de la microbiota no es una prueba rutinaria de fertilidad al inicio de un tratamiento, sino que más bien se plantea ante un fracaso, es decir, en aquellas que tras someterse a un tratamiento no han logrado el embarazo.

A día de hoy no se realiza estudios de microbiota para hombre puesto que realmente lo que está considerando es la interacción entre el endometrio y el embrión para así, estudiar si la composición bacteriana de ese endometrio afecta a la implantación y posterior evolución del embrión.

¿Se recomienda estudiar la microbiota antes de hacer un tratamiento FIV?

Conocer más sobre los microorganismos presentes en el tracto reproductivo femenino, así como sus relaciones, funciones e implicaciones en la fertilidad, puede ayudarnos a mejorar el resultado de algunos tratamientos de reproducción asistida, e incluso despejar dudas en parejas con problemas de esterilidad o infertilidad de origen desconocido.

Sin embargo, el estudio de la microbiota no es una prueba rutinaria de fertilidad.

Únicamente se plantea en pacientes que, tras someterse a uno o varios tratamientos, no han conseguido un embarazo, siendo una prueba recomendada cuando hay abortos o fallos de implantación previos.

El objetivo, en estos casos, es valorar la interacción entre el endometrio y el embrión, y determinar si la composición bacteriana del primero afecta a la implantación y posterior evolución del segundo.

Cómo mejorar la microbiota y el microbioma

La prueba diagnóstica «clásica» para analizar el estado de la microbiota es el cultivo, aunque tiene algunas limitaciones.

Para establecer una relación entre alteraciones de la microbiota y fertilidad, lo ideal es hacer una biopsia guiada por histeroscopia.

Con los datos obtenidos, se puede realizar un informe completo del microbioma uterino y confirmar la presencia o ausencia de bacterias patógenas antes de iniciar el tratamiento FIV.

Actualmente, también existen tests endometriales para detectar alteraciones en la microbiota del endometrio.

Dependiendo de cada caso y de sus resultados, los especialistas pueden recomendar un tratamiento con probióticos o antibióticos para mejorar el estado de la microbiota.

Siguiendo esta misma línea, algunos estudios reconocen los efectos positivos de ingerir prebióticos y probióticos.

  • Los primeros (prebióticos) son fibras fermentadas por la microbiota intestinal y están presentes en algunas verduras (cebolla, ajo, plátanos, kale o col) y en los cereales integrales.
  • Los probióticos, por su parte, son microorganismos vivos, beneficiosos para la salud, y que podemos encontrar en el yogur, el kéfir y otros alimentos fermentados, como el chucrut.

Una dieta saludable y rica en fibra, proteínas vegetales, grasas insaturadas, vitaminas, minerales y antioxidantes, siempre buena para la microbiota y para nuestra salud general, y se considera beneficiosa para nuestra fertilidad.

Conclusión sobre la microbiota

A día de hoy no podemos afirmar en qué consiste una microbiota endometrial fisiológica. Podíamos definirla como aquella compuesta por un conjunto de microbios que es tolerante con la implantación y la evolución del embrión, y no con la existencia o ausencia de una bacteria en concreto.

Sobre Dr. Adolfo de Prados

El Dr. de Prados se Licenció en Medicina, especialidad Ginecología y Obstetricia por la Universitat de València, y posteriormente realizó el Máster en Reproducción Humana Asistida en la misma universidad.

Tiene una amplia carrera en el campo de la Medicina Reproductiva, así como también en el ámbito la docencia como profesor universitario adjunto en prestigiosas universidades de la Comunidad Valenciana.

Apasionado de la microbiota, ha sido ponente formador sobre esta materia en el Congreso de Valencia organizado por el Hospital General e imparte formación especializada a profesionales del sector sanitario.