Un aborto es una interrupción de un embarazo antes de la semana 20 de gestación. Esta interrupción puede ser voluntaria (tal y como recoge la Ley orgánica 2/2010) o esporádica.
En algunos casos, tras un aborto natural o esporádico, es importante analizar las causas del mismo empleando técnicas como el histerolegrado.
¿Por qué se produce un aborto espontáneo? Causas y síntomas
Se calcula que entre un 10 y un 20 % de los embarazos terminan en aborto espontáneo, aunque estas cifras pueden ser más elevadas: muchos abortos ocurren en fases tempranas de la gestación, sin que la mujer llegue a conocer su estado.
Causas del aborto espontáneo
La más habitual es que el feto no esté bien desarrollado, generalmente debido a problemas con los genes o los cromosomas. Este tipo de abortos suelen producirse a lo largo del primer trimestre.
Cuando el aborto se produce a partir de la semana 12, es posible que haya problemas de coagulación.
Los abortos espontáneos también pueden relacionarse con afecciones de salud de la mujer, como diabetes no controlada, infecciones, problemas hormonales o enfermedad de la tiroides, y con factores relacionados con el útero materno (presencia de miomas, pólipos, malformaciones uterinas, etc.).
Por último, existe un porcentaje de abortos relacionados con la llamada «incompetencia cervical», un defecto anatómico del útero que hace que este dilate antes de tiempo y acabe con la expulsión prematura del feto.
Además, existen factores que aumentan el riesgo de sufrir un aborto espontáneo, entre ellos:
- Edad avanzada de la madre.
- Abortos espontáneos previos.
- Problemas en el útero o el cuello del útero.
- Enfermedades crónicas.
- Consumo de tabaco, alcohol u otras drogas.
- Bajo peso o sobrepeso materno.
Respecto a los síntomas de un aborto espontáneo, incluyen:
- Sangrado vaginal (con o sin dolor).
- Dolor abdominal intenso.
- Tejidos que salen de la vagina.
- Calambres.
- Dolor de espalda baja.
- Debilidad general.
- Ansiedad.
- Fiebre
¿Qué es un histerolegrado?
Hoy en día existen varias técnicas para interrumpir un embarazo.
Los abortos provocados pueden ser expectantes (solo en las fases tempranas, y se espera a que el feto sea expulsado), químicos (administrando medicamentos que provocan contracciones para expulsar al feto) o quirúrgicos (con técnicas como el legrado).
La elección depende del momento de la gestación, pero también de la causa de la interrupción de la misma.
También hay otra técnica, el histerolegrado, que consiste en incorporar al aborto quirúrgico convencional una histeroscopia.
¿Para qué? Para realizar un legrado más seguro y para ayudarnos a determinar, analizando el embrión, si la causa del aborto ha sido genética o por un factor uterino.
De esta forma, será posible elegir el tratamiento oportuno antes de realizar un nuevo ciclo FIV.
¿Cuál es la diferencia entre el histolegrado y el legrado «convencional»?
El legrado uterino (también llamado curetaje) es una técnica ginecológica que consiste en raspar el tejido de las paredes internas del útero para eliminar su capa mucosa.
El legrado tiene muchos usos. Puede hacerse para diagnosticar un posible cáncer de útero, para extraer el contenido del útero después de un aborto espontáneo, para realizar abortos provocados o terapéuticos, antes de poner un DIU, para el tratamiento de pólipos o miomas endometriales y para extraer tejido de análisis para prevenir el cáncer de endometrio precoz.
El proceso es el siguiente: se dilata la cavidad vaginal y se introduce, a través de ella, una legra o cureta con la que se raspa suavemente la capa interna del endometrio.
El mayor riesgo del legrado es que, al raspar, se provoquen lesiones que luego dificultarán la implantación del embrión. De ahí que esta técnica deba hacerse con mucho cuidado.
Al añadir la histeroscopia al legrado, disponemos de una cámara dentro del útero, lo que permite ver sin problemas dónde hay que intervenir y realizar el raspado.
También es posible ver cómo es el feto, donde está ubicado o qué anomalías hay en el endometrio.
Ventajas del histerolegrado
Durante la histeroscopia, el médico accede al interior de la cavidad uterina y observa detalles anatómicos que han podido influir en la interrupción del embarazo.
Estos detalles van desde malformaciones en el embrión, hasta alteraciones en el útero como miomas o pólipos.
Gracias a la histeroscopia también es posible tomar una muestra del embrión para hacer una biopsia y determinar si tenía alguna alteración cromosómica o si era «normal» (es decir, que tenía el número y la estructura de los cromosomas correctos) gracias a un análisis de su ADN.
¿Para qué sirve el histerolegrado? ¿Cuál es su papel en las clínicas de reproducción asistida?
El histerolegrado es una técnica habitual en clínicas especializadas en reproducción asistida como Equipo Juana Crespo, y se utiliza en mujeres que han presentado abortos de repetición, fallos de implantación o abortos tras una FIV.
Si los resultados de ADN obtenido del embrión son normales, el aborto puede deberse a alguna dificultad del mismo para implantarse.
En este caso, los médicos plantearán una estrategia enfocada a mejorar la implantación uterina, y que puede incluir desde una nueva histeroscopia para quitar fibrosis, pólipos o miomas, hasta realizar una preparación endometrial mucho más personalizada con un tratamiento para revitalizar el endometrio, como es nuestro tratamiento revitalize.
Si tienes alguna duda, ponte en contacto con nosotros y te daremos el mejor asesoramiento de manera personalizada según tu caso.
Si los resultados muestran que existe alguna alteración genética o cromosómica en el embrión, se procederá a realizar un Diagnóstico Genético Preimplantacional.
Este test genético permite analizar los embriones y detectar cuáles son óptimos para ser transferidos al útero materno, lo que reducirá las probabilidades de aborto por una causa genética.