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La mala calidad ovular es una de las principales causas de infertilidad femenina, ya que dificulta la consecución del embarazo y reduce la tasa de éxito en los tratamientos de reproducción asistida.

Pero, ¿qué es y cómo se mide la calidad de los óvulos? ¿Hasta qué punto determina el éxito de una gestación? ¿Existen pautas sobre cómo mejorar la calidad de tus óvulos? ¿Qué es el tratamiento Revitalize y por qué puede ayudarte a cumplir tu sueño de ser madre?

Respondemos estas y otras preguntas acerca de la calidad ovular.

¿Qué es la calidad ovular?

El término calidad ovular se utiliza para determinar si los óvulos de una mujer tienen las características morfológicas y la dotación cromosómica adecuada para dar lugar a una gestación.

Aunque son términos relacionados, la calidad ovular no debe confundirse con la reserva ovárica.

Pongamos un ejemplo: una mujer de 40 años puede tener muchos óvulos, pero, debido a su edad, estos tienen muchas probabilidades de presentar alteraciones genéticas, por lo que se considera que son de “baja calidad”.

En este caso, la paciente tiene una reserva ovárica alta, pero su calidad ovular es baja.

¿Influye la calidad ovular en la consecución de un embarazo viable?

¿Cómo afecta a los tratamientos de reproducción asistida?

La calidad ovular es un factor determinante a la hora de conseguir el embarazo, tanto de manera «natural» como usando una técnica de reproducción asistida.

El motivo es que los ovocitos que tienen mayor calidad dan lugar a embriones más fuertes y con mayores posibilidades de sobrevivir en las primeras etapas de la gestación, mientras que los óvulos de mala calidad pueden alterar el proceso reproductivo y poner en riesgo la FIV.

Algunas de las consecuencias de una mala calidad ovular en este tipo de tratamientos son:

  • Los óvulos no responden bien a la estimulación ovárica.
  • Los ovocitos pueden presentar dificultades en la fecundación.
  • Se observa una mala evolución de los embriones durante los 3 primeros días de cultivo en el laboratorio.
  • Hay una baja tasa de implantación embrionaria.
  • Existe un mayor riesgo de aborto (y de abortos de repetición).

¿Qué elementos afectan a la calidad de los óvulos?

La principal causa de una baja calidad ovular es la edad: con el paso de los años, los fallos en la meiosis o reproducción celular reducen tanto la cantidad como la cantidad de ovocitos.

Y es que, las células sexuales femeninas, a diferencia de las que forman la piel, el hígado u otros tejidos y órganos, no tienen un mecanismo de renovación.

Esto quiere decir que, a medida que una mujer envejece, su capacidad para producir óvulos de buena calidad disminuye.

En términos generales, la calidad ovular desciende considerablemente a partir de los 35 años y, a los 40, los óvulos de mala calidad suelen superar en número a los óvulos “sanos”.

Otros factores que pueden comprometer la calidad de los óvulos son:

  • Problemas genéticos
  • Problemas inmunológicos
  • Tratamientos oncológicos y/o de radioterapia
  • Consumo de alcohol y tabaco.
  • Mala alimentación
  • Obesidad
  • Endometriosis
  • Síndrome de ovarios poliquísticos (SOP)

¿Cómo se puede saber si un óvulo es de buena calidad? Métodos para evaluar la calidad ovular

A diferencia de la reserva ovárica, que podemos cuantificar a través de distintas pruebas (el recuento de folículos antrales por ecografía, el análisis de la hormona antimülleriana o la determinación de los niveles de FSH en sangre), no hay pruebas diagnósticas que, en principio, nos permitan saber la calidad de los óvulos de una mujer más allá de su edad o su historial clínico.

Aunque los altos niveles de FSH o estradiol en sangre determinan una baja producción de óvulos que (probablemente) también afectará a la calidad de los mismos, la mejor manera de comprobar si los óvulos de la mujer tienen la capacidad de generar embriones de calidad que lleguen a desarrollarse es mediante un ciclo FIV.

De ese modo, podremos saber la respuesta de los ovarios ante un tratamiento de estimulación.

Una vez extraídos los ovocitos, los analizaremos bajo el microscopio para comparar su forma y su citoplasma con los estándares de lo que se considera un óvulo “normal” o “sano”.

Hasta ahora, diversos estudios han demostrado que las alteraciones morfológicas de los ovocitos se asocian con una peor calidad y con tasas de embarazo más bajas.

Porque, aunque un óvulo morfológicamente normal no es garantía de embarazo, permite predecir con cierto porcentaje de seguridad un mayor o menor grado de evolución embrionaria.

Por otra parte, existen tres tipos de indicadores para valorar la calidad ovárica de una mujer:

  • Ginecológicos (edad, factores ambientales, reserva ovárica).
  • Morfológicos (análisis de la forma del gameto).
  • Embrionarios (fecundaciones previas anómalas, mala evolución embrionaria en ciclos anteriores, etc.).

¿Puedo mejorar la calidad de los óvulos gracias a la dieta?

Aunque no existen métodos milagrosos para convertir óvulos de baja calidad en óvulos de alta calidad, adoptar unos hábitos de vida saludables como comer de manera sana y equilibrada, hacer ejercicio o evitar el consumo de alcohol y tabaco te ayudará a potenciar tu fertilidad.

 

  • Desde un punto de dietético, lo recomendable es mantener un índice de masa corporal normal (entre 18 y 25) e introducir en la dieta alimentos ricos en vitaminas, antioxidantes y nutrientes.

 

  • También se recomienda aumentar la ingesta de vitamina E, que protege los óvulos y reduce las alteraciones en el ciclo menstrual. Algunos alimentos ricos en vitamina E son las espinacas, el aguacate, las almendras, las avellanas, las nueces o el aceite de oliva.

 

  • Otro nutriente que puede mejorar la calidad ovular es el conjunto de ácidos grasos Omega-3, presentes en alimentos como el aceite de linaza y en pescados como el bacalao, la caballa o el atún.

 

  • La actividad física moderada también tiene un efecto favorable en la fertilidad y en la calidad de los óvulos. Mantenerte en forma te ayudará a controlar o evitar el sobrepeso, acelerará tu metabolismo y mejorará el trabajo de las glándulas endocrinas, lo que afectará directamente a la calidad de tus ovocitos.

 

  • Por último, algunos complejos vitamínicos y suplementos de inositol o ácido fólico pueden mejorar la calidad ovular, aunque debes consultar con tu médico antes de tomarlos.

 

  • Lo mismo ocurre con la coenzima Q10, que, junto con un tratamiento personalizado y un protocolo adecuado a las características de cada paciente, se ha revelado como un método eficaz para mejorar la calidad de los óvulos y garantizar mejores resultados en los tratamientos de reproducción asistida.

Revitalize, nuestro tratamiento para mejorar la calidad ovular

En nuestra clínica aplicamos estrategias personalizadas para las pacientes que tienen una mala calidad ovular con el objetivo de obtener el ciclo óptimo en el que realizar la extracción de sus ovocitos.

Además, no hay que olvidar que, aunque la calidad ovular es un elemento clave a la hora de determinar las posibilidades de gestación, no es el único.

La fertilidad de la mujer depende de muchos otros factores, entre ellos:

  • La reserva ovárica.
  • Los antecedentes médicos (enfermedades autoinmunes, por ejemplo).
  • La existencia de otras patologías a nivel reproductivo (pólipos, miomas, adherencias…).
  • La morfología y tamaño del útero.
  • La receptividad endometrial.

En Equipo Juana Crespo hemos desarrollado Revitalize, un tratamiento que combina diferentes técnicas anteriormente utilizadas por separado y que, unidas y aplicadas de forma personalizada, mejoran la funcionalidad de los ovarios y del útero consiguiendo muy buenos resultados.

Revitalize está recomendado para mujeres …

  • A partir de 35 años.
  • Con recuento de folículos antrales inferior a 5.
  • Con niveles de antimülleriana en sangre por debajo de 1.2 ng/ml.
  • Con menos de 4 ovocitos recuperados en estimulaciones previas.
  • Con escaso o nulo crecimiento endometrial.

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