¿Has oído hablar de la preeclampsia en el embarazo? ¿Conoces la gravedad de esta complicación gestacional y de lo importante que es poder detectarla precozmente?

Esta enfermedad puede llegar a ser grave tanto para la madre como para el futuro bebé. Afortunadamente, hoy en día, contamos con un tratamiento que reduce eficazmente las posibilidades de que esto ocurra, pero para ello hay que detectar el problema antes de que se instaure.

Para llevar a cabo la detección de la preeclampsia, en la Unidad de Obstetricia de Equipo Juana Crespo desarrollamos un novedoso y completo cribado esencial para detectar precozmente este problema y poder evitar sus consecuencias.

Si estás embarazada, y quieres evitar en la medida de lo posible la preeclampsia y sus complicaciones, te invitamos a seguir leyendo este artículo.

Qué es la preeclapsia en el embarazo

La preeclampsia es un síndrome que se desarrolla solo en mujeres embarazadas, habitualmente a partir de la semana 20 de gestación. 

Se caracteriza porque la mujer alcanza una tensión sanguínea elevada, acompañada de proteinuria, que son cantidades altas de proteína en la orina. Además, se suele dar otros síntomas como:

  • Edema o hinchazón en la cara, piernas o brazos.
  • Aumento repentino de peso.
  • Náuseas o vómitos durante la segunda mitad de la gestación.
  • Dolor abdominal por debajo de las costillas, generalmente en el lado derecho. Puede tener su origen en el hígado, desde donde se irradia el dolor hacia otras zonas. Puede resultar tan intenso que impide tumbarse del lado derecho.
  • Dolor lumbar, solo si se asocia con otros síntomas característicos de la preeclampsia puede ser motivo de consulta.
  • Dolor de cabeza persistente que no mejora con los analgésicos recetados.
  • Visión doble, luces, destellos o pérdidas de visión.

Si bien se trata de una situación leve en la mayoría de los casos, la preeclampsia puede desencadenar graves complicaciones de no tratarse adecuadamente.

El peligro de la preeclampsia es que la elevada tensión arterial de la madre reduce el diámetro de las pequeñas arterias, provocando una disminución del flujo sanguíneo en órganos como el riñón, el cerebro o el hígado, y también la placenta.

Es por eso que, cuando a la placenta no le llega suficiente sangre de la madre, el bebé deja de recibir el oxígeno y los nutrientes necesarios para su crecimiento y adecuada evolución. Como consecuencia, hay un crecimiento intrauterino retardado, mayor probabilidad de parto prematuro y, de llegar a término, el recién nacido suele nacer con bajo peso.

Cribado preeclampsia

¿Cuál es tu riesgo de sufrir preeclampsia?

Aún no comprendemos con certeza por qué los vasos sanguíneos que nutren a la placenta se alteran. Lo que sí sabemos es que la preeclampsia afecta alrededor del 5% de las gestantes que suelen tener algunos de estos factores de riesgo:

  • Ser gestante primeriza.
  • Tener antecedentes de preeclampsia en la familia y que la madre o hermanas hayan tenido preeclampsia en alguno de sus embarazos.
  • Estar en una edad extrema. Tener más de 40 años o, por el contrario, ser adolescente, aumenta el riesgo de sufrir preeclampsia.
  • Embarazo gemelar.
  • Sufrir hipertensión arterial antes y durante el embarazo.
  • Tener diabetes de tipo 1 o 2.
  • Problemas renales.
  • Haber sufrido preeclampsia en un embarazo previo. En este caso existe entre un 10 y un 30% de posibilidades de que vuelva a suceder en el embarazo actual. Más riesgo aún si la preeclampsia en el anterior embarazo se produjo de forma precoz.

Tratamiento de la preeclampsia

El mejor tratamiento para terminar con las complicaciones de la preeclampsia es dar a luz. Así, una vez que el bebé ha nacido, los síntomas suelen remitir. Es por eso, que cuando una embarazada con gestación avanzada tiene preeclampsia se suele inducir el parto o practicar una cesárea.

Lo que ocurre es que muchas veces no se puede adelantar el parto porque aún es muy pronto y quedan varias semanas de gestación, con lo cual el bebé prematuro podría tener pocas posibilidades de sobrevivir, además de sufrir diferentes complicaciones neonatales. En este tipo de casos, hay que tratar de aliviar los síntomas, mediante fármacos antihipertensivos y reposo relativo, hasta que el bebé sea lo suficientemente maduro como para vivir fuera del útero de su madre.

Anticiparse, la clave en los embarazos de riesgo

Desde hace unos años se puede cribar a las embarazadas para saber quiénes tienen más riesgo de padecer preeclampsia. Cuando el ginecólogo, en los controles rutinarios del embarazo, detecta que una mujer presenta alto riesgo de padecer preeclampsia, toma medidas preventivas, como un exhaustivo control de la tensión arterial y del peso, recomendar una alimentación sana y rica en calcio,…

Se ha demostrado que en aquellas pacientes con resultado de alto riesgo en el cribado de preeclamspia, la toma de ácido acetil salicílico (AAS, el mismo fármaco que la aspirina) por las noches reduce el riesgo hasta en un 90% de sufrir preeclampsia antes de las 32 semanas, y un 60% de padecerla antes de las 37 semanas de gestación. Estas son las semanas realmente preocupantes puesto que, de ser una preeclampsia grave, si se finaliza el embarazo, el recién nacido sería prematuro.

Los fármacos antiplaquetarios como la aspirina previenen la coagulación de la sangre y tienen una función en la prevención de la preeclampsia y sus complicaciones. Pero para que sea efectiva debe comenzar a tomarse en la dosis adecuada antes de las 20 semanas de gestación. Por eso es fundamental anticiparse y determinar el riesgo antes de que la enfermedad aparezca.

Pero valorar únicamente los factores de riesgo (hipertensión, obesidad, diabetes, …) para predecir quién puede tener esta enfermedad, es poco efectivo. Son muchas las pacientes que podrían ser consideradas de alto riesgo, y realmente no serlo.

Por eso en la Unidad de Obstetricia de Equipo Juana Crespo hemos puesto en marcha un cribado muy completo que nos permite detectar con mayor eficacia a las gestantes que pueden desarrollar preeclampsia.

Cribado completo de la preeclampsia en Equipo Juana Crespo

En Equipo Juana Crespo nuestra meta es que consigas un bebé sano. No solo nos preocupamos por alcanzar la gestación, sino que también procuramos que sea un embarazo evolutivo. Conscientes de los graves problemas que puede suponer la preeclampsia, nuestra Unidad de Obstetricia ha desarrollado un novedoso y completo cribado precoz.

Controles ordinarios del embarazo

En todos los controles del embarazo que se hace en la clínica se valora la tensión arterial, el incremento de peso materno, así como el crecimiento del feto y el Doppler de las arterias uterinas, para diagnosticar precozmente la preeclampsia y otras complicaciones asociadas como la insuficiencia placentaria y los defectos del crecimiento fetal.

Cálculo de la probabilidad

Además de tener en cuenta la existencia de factores de riesgo de la mujer gestante, en Equipo Juana Crespo también podemos hacer un cálculo de la probabilidad de sufrir preeclampsia con la calculadora de la Fetal Medicine Foundation. Para ello, tomamos la tensión arterial en consulta, tallamos y pesamos a nuestras embarazadas y medimos el índice de pulsatibilidad Doppler de las arterias uterinas por ecografía. Con este cálculo obtenemos una tasa de detección del 70% para la preeclampsia de antes de las 37 semanas y de 83% para la que aparece antes de las 32 semanas.

Analíticas complementarias

También podemos determinar una analítica para conocer unos factores bioquímicos (PLGF y PAPP-A), aumentando así la tasa de detección a un 90% para antes de las 34 semanas, 75% para antes de la semana 37, y 47% para más allá de las 37 semanas.

Esta analítica combinada con la medición de las arterias uterinas, la toma de tensión arterial, y valoración de los factores de riesgo si se realiza en el primer trimestre (idealmente en la consulta de la ecografía de 12 semanas) es la prueba más fiable y permite obtener resultados antes de la semana 16, momento casi límite para el comienzo de la administración de aspirina en los casos que se considere apropiado.

En Equipo Juana Crespo recomendamos realizar este cribado a todas las embarazadas en la ecografía de las 12 semanas, tanto aquellas que tienen muchos factores de riesgo, como mujeres sin ellos, porque, como ya hemos comentado, a veces esta afectación puede aparecer en mujeres con bajo riesgo.

Estudio Doppler de las arterias uterinas

En los casos de riesgo, además de tomar ácido acetil salicílico por las noches, recomendamos a nuestras embarazadas que se tomen la tensión arterial de forma rutinaria, y se hagan algunos controles adicionales. Es el caso de un estudio Doppler de las arterias uterinas en la semana 20. Si fuesen patológicas se recomienda ecografías de crecimiento en las semanas 24, 28, 32 y 37 de gestación. Además, conviene añadir a las analíticas de control del embarazo, el estudio de la función hepática y renal y la ratio de proteínas/creatina. Estos controles nos ayudan a diagnosticar precozmente la preeclampsia en caso de que aparezca, así como otras complicaciones frecuentemente asociadas, como el retraso del crecimiento intrauterino.

Test en sangre materna

En la clínica también disponemos de un novedoso test de diagnóstico de preeclampsia mediante el cálculo de la ratio sFLT-1/PLGF en sangre materna, para asegurar el diagnóstico de preeclampsia en aquellos casos dudosos, muy precoces, o en otras situaciones. Esta prueba se puede realizar en cualquier momento si se sospecha que hay preeclampsia y es útil para hacer un control óptimo del embarazo en las próximas semanas.

Si estás embarazada y cumples con alguno de los factores de riesgo de la preeclampsia, te recomendamos que no esperes más tiempo para actuar antes de que esta enfermedad comprometa tu embarazo. Consúltanos qué opciones tienes para detectar la preeclampsia de forma precoz en tu caso concreto. Contacta con nosotros y solicita tu primera consulta llamándonos al 961 042 557 o mediante nuestro correo: info@juanacrespo.es