Ya sea a través de redes sociales, atención telefónica o encuentros online con nuestras doctoras, son muchas las dudas que llegan a nuestra clínica relacionadas con la edad de la mujer. Más concretamente, la edad asociada al proceso de maternidad.
“¿Hasta cuándo es posible someterse a un tratamiento de reproducción asistida?”, “¿Cuál es el límite de edad para ser madre con óvulos propios?“, “¿Qué garantías tengo de quedarme embarazada con 45 años?”, “¿Aumenta este límite si se trata de una ovodonación?”
Pues bien, en este artículo trataremos de dar respuesta a estas y otras dudas relacionadas con la edad en los procesos de reproducción asistida.
El aparato de reproducción in vivo sí tiene caducidad
En la actualidad, la mayoría de las mujeres hemos adoptado hábitos muy saludables en lo que respecta a la alimentación, el descanso, el deporte… Un estilo de vida que nos mantiene activas y en un estado de salud óptimo durante mucho más tiempo que en generaciones pasadas. Sin embargo, nuestro sistema reproductor -al igual que nuestro sistema óseo o cognitivo, por mencionar otros ejemplos- envejece igualmente.
Mucho antes de llegar a la menopausia, en torno a los 30-32 años, comienza a producirse una disminución de la masa muscular y de la elasticidad de los órganos reproductores. También disminuye la reserva ovárica y empeora la calidad de los ovocitos; comienzan a producirse cambios en los niveles hormonales; y toda una serie de cambios fisiológicos que se traducen, finalmente, en una disminución de la fertilidad.
Estos cambios, además, se aceleran a partir de los 35 años, dificultando las posibilidades de lograr un embarazo de manera natural.
El fenómeno de la maternidad tardía
Para tener una idea general en lo que a maternidad en nuestro país se refiere, a finales de la década de los noventa, solo el 1% de las mujeres que se quedaban embarazadas tenía más de 40 años. Hoy, el porcentaje de mujeres que son madres superados los 40, es de un 9’7%. Pero, ¿qué es la maternidad tardía?
La maternidad tardía es un fenómeno sociodemográfico contemporáneo. Podría definirse simplemente como: el retraso voluntario por parte de la mujer para quedarse embarazada. Un retraso que no solo se produce en España, sino también en otros muchos países. Entre ellos, Italia, Luxemburgo, Grecia o Irlanda.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), actualmente la media de edad a la que las mujeres dan a luz a su primer hijo en nuestro país es de 32,2 años. A principios de los noventa, era de apenas 28 años. Y la misma tendencia continúa produciéndose conforme vamos más atrás en el tiempo. Las razones por las que esto sucede son diversas pero, sobre todo, se resumen en un hecho: la planificación de la maternidad.
También según las cifras publicadas por el INE en 2018, el número de nacimientos en mujeres de 40 años o más, había aumentado un 63,1% en la última década; representando, como decíamos al principio de este apartado, casi un 10% del total de los nacimientos en España.
Cabe decir, que en nuestro país la principal causa de infertilidad es este retraso de la maternidad. Por causas sociales las mujeres retrasamos el momento de tener hijos y tratamos de encontrar el momento propicio para ello: una vez finalizamos los estudios; logramos una estabilidad económica, laboral y de pareja; contamos con el apoyo familiar; etc. Sin embargo, este retraso voluntario de la maternidad no tiene en cuenta nuestras circunstancias reproductivas en la misma medida que nuestras circunstancias personales, culturales o emocionales.
¿A partir de qué edad se considera “maternidad tardía”?
Aunque no existe una conformidad tácita a nivel médico, la mayoría de expertos en reproducción consideran maternidad tardía aquella que se produce a partir de los 35 años. A esta edad, la tasa de embarazo se sitúa en torno al 10% y la cifra disminuye mes a mes.
Justo lo contrario sucede en lo referente a las complicaciones que pueden surgir a raíz del embarazo. Estas aumentan considerablemente a partir de dicha edad: diabetes gestacional, preeclampsia, hipertensión, abortos espontáneos, alteraciones cromosómicas…
Por todo ello, es fundamental que en los embarazos tardíos se realice un seguimiento ginecológico mucho más amplio y exhaustivo.
El marco legal en los tratamientos de reproducción asistida
En España no existe un límite legal para que una mujer se someta a un tratamiento de reproducción asistida para ser madre. No obstante, existe un consenso entre las clínicas de fertilidad por el que se establece un límite a los 50 años. Por otro lado, y siguiendo criterios médicos, el profesional puede decidir no iniciar un tratamiento a una paciente incluso en mujeres que no han alcanzado dicha edad.
La Sociedad Española de Fertilidad (SEF), por su parte, también desaconseja someterse a tratamientos de fertilidad a partir de los 50 años. Los motivos son, principalmente, dos. El primero, la salud. Hemos hablado de las complicaciones que pueden surgir durante el embarazo, pero también durante el propio parto y a posteriori.
El segundo de los motivos, atiende a razones éticas o morales. Aquí podríamos considerar los derechos del bebé y su bienestar futuro. Por ejemplo, cuando la diferencia de edad entre el progenitor y su hijo es muy grande, aumentan las posibilidades de que se produzca una situación de orfandad prematura.
Medicina Reproductiva de Alta Complejidad
En Equipo Juana Crespo somos especialistas en fertilidad aplicada a casos complejos (bajas respondedoras, abortos de repetición, patologías uterinas…), así como en maternidades tardías. Actualmente, más del 80% de nuestras pacientes han tenido tres o más tratamientos fallidos en otros centros y casi el 40% tiene una edad igual o superior a los 40 años.
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