En España se diagnostican cada año unos 3.300 nuevos casos de cáncer de ovario, lo que representa el 5,1% del total de los cánceres femeninos.

Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), aunque se trata de un porcentaje relativamente bajo, es la cuarta causa de muerte por cáncer en mujeres por detrás del cáncer de pulmón, mama y colon. Su alta mortalidad se debe a que, en la mayoría de pacientes (70-80%), la enfermedad se diagnostica en una etapa avanzada debido a la ausencia de síntomas específicos al inicio y a la dificultad de la detección precoz.

Aun así, cuando es detectado en sus fases iniciales, el cáncer de ovario tiene una esperanza de vida alta, con una tasa de supervivencia superior al 90%. Por otro lado, el 45% de las mujeres con este tipo de cáncer en estadios avanzados sobreviven cinco años después de su diagnóstico.

Respecto a esta cifra, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) puntualiza que, “a pesar de poder parecer insignificante, si consideramos que al año se diagnostican en España más 3.200 casos de este tumor, la supervivencia a 5 años ha pasado de 1.130 a casi 1.450 pacientes, lo que nos ayuda a ser optimistas”.

Tipos de cáncer de ovario

Los expertos distinguen tres tipos de cáncer de ovario. Entre el 85 y el 90% de ellos son carcinomas epiteliales. Las otras dos variantes (tumores de células germinales y tumores del estroma) son muy infrecuentes.

La mayoría de los tumores de ovario se diagnostican en mujeres entre los 45 y los 75 años, es decir, que es más habitual durante la menopausia.

Aun así, existe un número significativo de casos en mujeres desde los 30 años e incluso en jóvenes desde los 15, como en el caso del carcinoma ovárico de célula pequeña hipercalcémico, un tumor raro y muy agresivo que afecta sobre todo a mujeres jóvenes.

Causas del cáncer de ovario, síntomas y factores de riesgo

Algunos estudios indican que la obesidad y una dieta rica en grasa pueden ser un factor de riesgo para desarrollar cáncer de ovario.

Además, también existe una relación entre esta enfermedad y algunos factores hormonales y relacionados con la reproducción: las mujeres que no han tenido hijos tienen mayor riesgo de desarrollar la enfermedad, mientras que las probabilidades en mujeres que han tomado anticonceptivos orales son más bajas.

Por otra parte, el ICO (Instituto Catalán de Oncología) estima que entre un 10% y un 20% de los casos de cáncer de ovario y de mama son hereditarios, generalmente debido a mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2.

Los criterios para diagnóstico clínico de un cáncer de mama-ovario hereditarios establecidos por la SEOM son:

  • Casos en mujeres menores de 40 años.
  • Diagnóstico de cáncer de mama y ovario en la misma paciente.
  • Dos o más casos de cáncer de mama, uno de los cuales es bilateral o en un/a menor de 50 años.
  • Cáncer de mama en mujer de menos de 50 años o bilateral, y con un caso de cáncer de ovario en familiar de primer o segundo grado.
  • Tres casos de cáncer de mama y ovario (al menos 1 caso de ovario) en familiares de primer o segundo grado.
  • Dos casos de cáncer de ovario en familiares de primer o segundo grado.
  • Un caso de cáncer de mama en varón y al menos 1 familiar de primer o segundo grado con cáncer de mama u ovario.

En este sentido, la Dra. Juana Crespo destaca la importancia de que las mujeres tengamos acceso a la historia clínica de nuestras madres, abuelas o tías, ya que conocer los antecedentes de familiares con cáncer de mama, ovarios, trompas o peritoneo permite a los especialistas prescribir a las pacientes análisis enfocados a identificar si existe esa mutación en el ADN aunque el cáncer no se haya manifestado.

Y es que, una de las principales características del cáncer de ovario es que suele ser asintomático en sus primeras fases.

De hecho, la sintomatología inicial (distensión abdominal, dolor al mantener relaciones sexuales, estreñimiento, dolor de espalda, cambio en la menstruación, inflamación, cansancio, etc.) es bastante genérica y podría confundirse con otras patologías.

Otros síntomas que pueden ponernos alerta

  1. Sensación repetida y persistente de plenitud con la comida
  2. Molestias pélvicas y/o abdominales que persisten sin explicación lógica o causa aparente.
  3. Molestias al orinar y/o hacer deposición persistente.
  4. Sangrado vaginal inapropiado.

Esto quiere decir que, si la mujer nota un dolor e hinchazón abdominal continuado, sensación de estar llena o de plenitud aunque no haya comido mucho, desajustes en el ciclo menstrual o hemorragias vaginales, lo mejor es pedir una cita con un ginecólogo oncólogo sin esperar a la revisión anual.

¿Cómo detectar el cáncer de ovario?

En líneas generales, se recomienda que todas las mujeres se realicen anualmente una revisión ginecológica en profundidad y que incluya un examen pélvico combinado con una ecografía transvaginal, lo que puede ayudar a detectar anormalidades sospechosas.

En casos donde se detecta un quiste de ovario anormal, también puede hacerse una analítica para medir el nivel en sangre del CA-125, un marcador que puede encontrarse elevado en las mujeres que padecen un cáncer de ovario.

Por otra parte, la fundación ASACO (Asociación de Afectados por Cáncer de Ovario) propone una guía del tipo de revisiones ginecológicas a practicar según nuestra edad y nuestros antecedentes familiares.

Además, todas las pacientes que tengan casos de cáncer de mama u ovario entre sus familiares, deben acudir un especialista ginecólogo oncólogo, ya que, mediante pruebas de ADN, se puede detectar si existe algún tipo de mutación en los genes que la haga más propensa a sufrir un tipo de cáncer de ovario.

Eso no significa que todas las mujeres que tengan una mutación en alguno de estos genes sufrirán cáncer de ovario, pero contribuirá a facilitar un diagnóstico precoz.