Ayer tuvo lugar en nuestras instalaciones un workshop formativo destinado a profesionales del sector de la reproducción asistida.
Organizado en colaboración con CooperSurgical, el curso se centró en el Control de Calidad y su aplicación en la metodología de trabajo del laboratorio FIV. En él, pudimos contar con la asistencia de ginecólogos, embriólogos, biólogos… procedentes de todos los puntos de la geografía española.

Tras la bienvenida e introducción del curso por parte de Juan Jiménez (General Manager de Cooper Surgical), asistimos a la charla de José Teruel. El jefe de laboratorio de nuestra clínica, habló sobre la adecuada gestión de los parámetros de calidad. Entendidos entre estos, elementos que van desde la temperatura del entorno y de las superficies de trabajo; hasta la humedad, la presión o la continua renovación del aire, entre muchos otros.

“Son muchos los aspectos a considerar para la creación de un entorno óptimo en el que llevar a cabo cada una de las tareas de un laboratorio FIV. Contar con el instrumental adecuado para su correcta medición”, según palabras de Teruel, “resulta vital a la hora de obtener resultados”.

La embrióloga Clara Miret, por otro lado, basó su ponencia en el Control de Calidad aplicado a los medios de cultivo. Estos suponen la base del entorno en el que se mantienen las muestras durante sus distintas etapas y, según afirmaba la embrióloga, todavía existe mucha falta de datos al respecto:

“de ahí que sea necesario la realización de continuos estudios que arrojen respuestas a las muchas incógnitas que nos planteamos” afirmaba la Miret; que se encuentra inmersa en su propio estudio sobre la comparación de resultados en el uso de dos medios de cultivo deferentes.

También Marina Benavent, durante su intervención, nos hablaba de las distintas metodologías llevadas a cabo a la hora de manipular las muestras, desde la cantidad adecuada de ovocitos que colocar en cada placa, pasando por la técnica más adecuada para llevar a cabo la biopsia de un embrión, o la forma más eficaz de ejecutar la inyección intracitoplasmática, ICSI. Según Benavent, responsable de laboratorio de embriología,

“existen teorías sobre que la técnica adecuada para la realización de la ICSI es pinchar a las siete y las once, sin embargo, es cada laboratorio o clínica el que acaba desarrollando la técnica de microinyección que resulta más sencilla a sus propios embriólogos”.

Durante la última etapa del workshop, los asistentes visitaron el laboratorio, donde no sólo pudieron informarse sobre el instrumental y los protocolos de trabajo que empleamos en Equipo Juana Crespo; sino, sobre todo, tuvieron la oportunidad de realizar tareas como el lavado de los ovocitos tras la punción y su posterior vitrificación, así como el checking de cada uno de los parámetros a tener en cuenta diariamente en lo que respecta al control de calidad en nuestras instalaciones.