El nuevo Coronavirus  SARS-CoV-2, que produce una enfermedad llamada Covid-19, mantiene en tensión y alerta a todo el mundo. Apenas se sabe nada de su evolución, de sus posibles mutaciones, de porque afecta a unos más que a otros.  Pero, si algo tenemos claro es que esta situación está dejando a su paso consecuencias económicas, sociales, sanitarias y también psicológicas. 

Al parecer, una de las medidas más eficaces para poder controlar la pandemia por Coronavirus ha sido el confinamiento de las personas. Un confinamiento que produce un aislamiento social y que, en mayor o menos medida, afecta a cada uno de nosotros. En este artículo, nuestra psicóloga Marta Valiente  nos da unos consejos muy focalizados en todas aquellas mujeres o parejas en las que esta crisis sanitaria os ha pillado planeando o pasando por un tratamiento de reproducción asistida.

Aislamiento e Infertilidad

Cada persona vamos a experimentar esta situación de aislamiento de manera diferente en función de nuestra personalidad, recursos (tanto externos como internos) y del entorno físico y de apoyo social/emocional de los que dispongamos.

Esta situación de aislamiento responsable impuesto que estamos viviendo sumado a una situación personal de infertilidad, un proceso que ya de por sí supone una carga emocional muy fuerte muchas veces mantenida durante largos periodos de tiempo, nos pueden generar sentimientos de soledad, impotencia, tristeza, desesperanza e incluso ansiedad. Esto es debido a que hemos tenido que renunciar temporalmente a seguir luchando por conseguir nuestro sueño de ser madres.

Uno de los factores que más puede estar contribuyendo a esa respuesta de ansiedad es la incertidumbre que nos genera el hecho de no saber cuándo acabará esta situación de confinamiento y podremos retomar el tratamiento de reproducción asistida. Otro de los factores es que se trata de una situación que escapa a nuestro control, en definitiva que no depende de nosotros, lo cual agrava el sentimiento de impotencia, desesperanza e injusticia.

Y es que llevamos luchando tanto tiempo, con la carga emocional tan fuerte que eso supone, que el hecho de quedarnos a mitad de tratamiento o retrasar esa primera visita de infertilidad que con tanta ilusión esperábamos de una manera temporalmente indeterminada puede llevarnos incluso a un desbordamiento emocional que difícilmente sabemos/podemos manejar.  Hay que tener en cuenta que, en muchas ocasiones y se trata de un perfil de alta complejidad reproductiva donde la espera puede ser determinante (úteros preparados u operados, mala calidad ovocitaria o baja reserva ovárica, etc.).

Tips para afrontar la espera de una manera resiliente 

Por todo ello, nos gustaría proponeros unos cuantos tips para afrontar esta situación de una manera resiliente y que nos permita aliviar esa sensación de angustia, impotencia y desesperanza que podemos estar experimentando al haber tenido que pausar nuestro tratamiento de reproducción asistida.

  • Es muy importante que tengamos en cuenta que se trata de una situación temporal, que pasará. Y que aunque no tengamos una fecha fijada, la información indica que no se va a tratar de un periodo de tiempo muy extenso. De esta forma y aunque el tiempo sea un factor relevante, no va a determinar (cómo única y principal causa) el fracaso de nuestro tratamiento de reproducción asistida.
  • Aceptación. El sentimiento de control nos genera seguridad, confianza y alivia los sentimientos de ansiedad y estrés. Esta situación escapa a nuestro control, así una de las cosas que más puede aliviarnos es la aceptación de la situación (sin confundirlo con resignación). Vamos a dejar de luchar contra esos “y si…”, “es injusto”, etc., que lo único a lo que nos llevan es a recrearnos en la situación de malestar emocional que nos generan. Aceptando que es una situación temporal que escapa a nuestro control y que pasará. 
  • Nuestro principal enemigo son nuestros propios pensamientos. Vamos a tratar de identificar esos pensamientos que nos hacen daño y vamos a convertirlos en unos más realistas y que por lo tanto no nos generen emociones desbordantes. No nos hace sentir igual pensar “Esta espera va a impedir que me quede embarazada” que “Esta espera no es beneficiosa para el tratamiento pero no es determinante”.
  • Emplear el tiempo en cosas que nos gustan, que nos distraen, como hacer ejercicio, disfrutar y apoyarnos en familia y amigos, permitirnos disfrutar del tiempo extra que tenemos, cuidarnos, mimarnos, escucharnos, atender nuestras propias necesidades. Esto nos facilitará el crecimiento personal y vivir en el presente, no centrarnos tanto en esos pensamientos que nos hacen daño y que muchas veces están enfocados en el pasado/futuro, espacios temporales en los que no podemos actuar. Disfrutando y actuando en el momento presente.
    Aunque inicialmente no tengas ganas, anímate, para ello puede ayudarte un calendario donde planifiques actividades que te resulten agradables.
  • Validar nuestras emociones. Aceptar nuestros sentimientos y emociones, no sintiéndonos culpables por cómo nos sentimos.
  • Pedir ayuda. Si la situación te desborda anímate a pedir ayuda profesional, es un buen momento para empezar un camino que te lleve a sentirte mejor.

Aprovechemos este tiempo para conocernos, cuidarnos, crecer y apoyarnos ya que la salud (tanto física como psicológica) es lo primero y va a contribuir de forma positiva en nuestro tratamiento de reproducción asistida. Se trata de aprovechar este parón impuesto para poder volver más fuertes; esto sí que está de nuestra mano.
Desde Equipo Juana Crespo os deseamos un feliz confinamiento. Nosotros seguimos trabajando para que vuestro sueño de ser madre no se retrase más de lo necesario.