Esther, con 35 años, se hundió tras conocer que debido a su síndrome de X-fragil tenía una menopausia precoz y solo podría ser madre con ovodonación. Hoy le parece absurdo y está muy feliz con su hijo Heracles
Verónica siempre ha querido ser madre, sola o acompañada, lo sabía con sus anteriores parejas y lo supo cuando conoció Ana, su mujer y madre de su hijo, un niño guapísimo de 3 años que irradia felicidad y amor en cada gesto que le hace a su madre.
Sobre todo me di cuenta de que, tras conocer a la doctora y a su equipo, si no me embarazaba con ellas, no me embarazaría con nadie. Por fin ellas sabían lo que ocurría. Durante tres años me habían hecho cientos de ecografías y, ¿nadie había visto mi problema en el útero?” se pegunta Maribel.
