• La prótesis diseñada por Equipo Juana Crespo ha permitido una transferencia embrionaria exitosa, en una paciente que no podía tener hijos de forma natural o mediante reproducción asistida, debido a una amputación del cérvix y el cierre total del cuello del útero.

  • La paciente ha dado a luz recientemente a una niña sana y, gracias a la prótesis, podrá volver a gestar si es su deseo.

  • Esta nueva técnica de prótesis de cuello de útero, ideada por la Dra. Juana Crespo, permite el acceso del embrión al útero sin dolor ni traumas en aquellas pacientes con un cérvix reducido debido al cáncer o a otras cirugías.

 

Valencia, 14 de diciembre de 2020

El cuello del útero es la entrada natural de los espermatozoides hacia el útero y también es el acceso para realizar una transferencia embrionaria en cualquier tratamiento de fecundación in vitro. Pero, ¿qué ocurre cuando el cuello del útero es tan estrecho que impide, incluso, la entrada de la cánula para depositar el embrión?

Si en el momento de la transferencia embrionaria la mujer experimenta dolor o algún tipo de sangrado, se producen contracciones en el útero que expulsan al embrión. Por eso, muchas pacientes que, por cáncer u otro tipo de cirugías, tienen el cuello del útero muy distorsionado, la transferencia se complica tanto que no es posible lograr el embarazo.

Ahora, gracias al trabajo y experiencia de Equipo Juana Crespo, se ha conseguido desarrollar con éxito una nueva técnica que permite reconstruir el cuello de útero utilizando una prótesis de acero inoxidable creada por impresión 3D.

Un caso extremadamente complejo: Amputación del cérvix y reglas retrógradas

El caso de esta mujer de 35 años era extremadamente complejo. La paciente había tenido un carcinoma cervical por el que tuvieron que realizarle una amputación del cérvix (traquelectomía) que provocó el cierre total del cuello del útero. Debido a ello, tenía reglas retrógradas; es decir, que en vez de expulsar la regla a través de la vagina, ésta seguía el sentido contrario, fluyendo hacia las trompas de Falopio.

La paciente ya había recurrido a otras clínicas de reproducción asistida donde fallaron hasta en 7 tratamientos previos. También se sometió a dos cirugías para abrir y dilatar el cuello del útero e intentar que pudiera, por una parte, reglar y, por otra, dar acceso a la cánula que se emplea para transferir los embriones en un tratamiento FIV. Pero ambas cirugías fallaron porque el cuello siempre se volvía a cerrar.

Una solución sin precedentes

Cuando la paciente llegó por primera vez a Equipo Juana Crespo, la Unidad de Cirugía de la clínica realizó una histeroscopia diagnóstica, con la que pudieron comprobar que los tratamientos estándares utilizados para este tipo de pacientes no iban a servir. La propia Dra. Crespo ideó una solución revolucionaria para este caso tan extremadamente complejo: operar el cérvix y utilizar una prótesis cervical para poder reconstruir el cuello alrededor de la misma y, así, poder acceder al útero.

El problema principal era que, hasta ese momento, no había nada inventado para este tipo de situaciones, ni tampoco la Dra. Crespo sabía a quién recurrir para desarrollar una prótesis tan personalizada.

“Estaba dándole vueltas a mi idea en la consulta frente a la propia paciente y su marido. Les dije que lo tenía claro, pero que no sabía si iba a encontrar a alguien capaz de hacer la prótesis que había ideado, pues resultaba muy complicado encontrar a un ingeniero que entendiera qué era lo que tenía tan claro en mi cabeza. En ese momento, el marido de la paciente me dijo que él se encargaría del diseño de la prótesis, puesto que tenía una empresa de impresión en 3D y podría conseguirlo. Había encontrado lo que necesitaba, un ingeniero más motivado que yo”, comenta la Dra. Crespo.

Una prótesis personalizada impresa en 3D

La Dra. Crespo diseñó la prótesis con las características necesarias para crear un nuevo cuello de útero, utilizando el tejido residual de la paciente y permitiendo, no solo lograr el embarazo, sino que este llegase a término.

El marido de la paciente desarrolló mediante impresión en 3D seis prótesis diferentes con pequeñas variaciones, puesto que, hasta el momento de la intervención, los cirujanos de la clínica valenciana no podían saber cuál se acoplaría mejor. En la operación se reconstruyó el cuello gracias a una de las 6 prótesis realizadas en acero inoxidable. Posteriormente, se dejó cicatrizar durante 3 semanas y, finalmente, se retiró. Diez días después de retirar la prótesis, se procedió a la transferencia de un único embrión.

Gracias a la prótesis, el equipo médico de la clínica consiguió abrir el cuello del útero e implantar un embrión en el primer intento de transferencia.

En torno a la semana 13 de gestación, y tras comprobar mediante diferentes pruebas que el embrión estaba bien, se le realizó un cerclaje. Así es como se consiguió un útero funcional que posibilitó un embarazo a término y el esperado nacimiento de una niña. La pequeña nació en perfecto estado de salud el pasado mes de noviembre, mediante cesárea. “Aún no hemos hecho la revisión a la paciente y no sabemos cómo ha quedado el cuello tras la cesárea, pero tiene más embriones y podrá tener más hijos, ya que le podremos arreglar de nuevo el cuello del útero”, explica la Dra. Crespo.

De hecho, en la clínica Equipo Juana Crespo ya han podido utilizar estas prótesis en otras pacientes con problemas similares. Gracias a esta novedosa técnica, se abre una nueva puerta a la maternidad.